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Puedes acariciar a la gente con palabras

viernes, 28 de septiembre de 2012

Palabras

Al fín.
Después de meses de sequía, he conseguido apagar esta sed.
Necesitaba escribir... Se ha convertido, para mí, en una forma de vivir más plenamente, en el alimento del alma. Es mi única forma de saber que mi mochila va cargada, que no estoy vacía, que llevo un equipaje que me acompaña, que tengo algo que regalarle al mundo.
Quizá necesitaba un día como este. Amanecer con la ventana empapada y con un nudo en el corazón. Necesitaba sentarme en mi escritorio, mirar por la ventana, escuchar las gotitas repiqueteando contra el cristal, y algo de música. Y todo lo que guardaba, ha salido solo, movido por un impulso vital, por la necesidad de escapar y fugarse entre mis pensamientos.
Cuando me he querido dar cuenta, el boli estaba acariciando la hoja, y mis sentimientos habían comenzado a resbalar por el cristal.
Estaban escondidos, quizá por miedo o porque, por el dolor, decidieron bloquearse.
Hoy sé que los tengo, que viven, que viven conmigo y noto, al fín, una gran alegría interior.
Hoy me siento capaz de todo.
Sé que mis textos no son todo lo bellos que me gustaría que fueran, pero ahora eso qué más da. Aunque escribiese como una niña de 5 años, ESCRIBO y hoy hay pocas cosas que me hagan más feliz

jueves, 20 de septiembre de 2012

Metamorfosis

Metamorfosis.
Una palabra bonita como la que más, que hace referencia a la transformación de la oruga en mariposa.
La vida está llena de cambios. Pasas de la guardería al colegio, del colegio al instituto, y del instituto a la universidad. En el camino, cambias de profesores, cambias de amigos. Es el curso de la vida, es el cambio. Cuán pobre sería u na vida estática, inmutable, como un estanque... acabaría por pudrirse. Por eso, no hay que tener miedo al cambio. Porque el cambio, en sí mismo, renueva las aguas de nuestra vida. Cambia lo que ya estaba pudriéndose por algo nuevo, por algo limpio. Son las idas y venidas de la existencia, que nos recuerdan que vivimos, que no estamos quietos, que la Tierra está en constante movimiento, que millones de estrellas están naciendo, y otras tantas muriéndose, emanando luz por el Universo. Que el viento no se cansa de recorrer el mundo, trayendo mensajes de acá para allá, trayendo susurros de besos, de historias de amor. Que solo tienes que mirar por la ventana para darte cuenta de que el mundo no para de moverse. Desde el ama de casa que va a la frutería cada mañana, al reportero que va corriendo por el mundo en busca de la mejor noticia. Todo cambio en la vida, es positivo.
Pero.. ¿Y si el cambio tiene lugar en nosotros mismos, en nuestra forma de ver el mundo? Este es otro tipo de cambio, uno más profundo. Este da más frutos, pero a menudo se le tiene miedo... Porque te implica directamente a tí. Habla de tu propia vida, de tu estar en el mundo. Y este cambio, mueve otros cambios. La clave para aceptarlo es mirarte desde fuera, como si fueras tu propio padre, y mirarte siempre con amor, sin prejuicios. Como mirarías a tu hijo, a tu mejor amigo, a tu madre.
Aun recuerdo cuando, de entre un montón de cartas con frases escritas elejí una. Decía:
"Ten fe. No te desanimes... Mira el ejemplo de la oruga, cuando creyó que era el fin del mundo... Dios la convirtío en mariposa"

martes, 18 de septiembre de 2012

Algodones

Mírala. Ahí la tienes: débil, frágil, ilusoria. Enredada entre las sábanas como si estuviera entre las nubes, esas en las que, de niña, imaginaba que saltaba, que estrujaba entre sus manos.
Cuánto has cambiado, pequeña.
Ahora apenas ruedan lágrimas por tus mejillas. Ahora apenas tienes tiempo de soñar.
El tiempo cerró heridas. O... las ocultó, en un lugar donde nunca pudieras localizarlas.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Olvidar

Sé que no está bien. Sé que los recuerdos que duelen deberían romperse, como se rompe una hoja en sucio, como todas las hojas que he tirado antes de escribir esto.
Sientes que la herida va cicatrizando, y te dices... paciencia, tiempo, calma. Todo pasará. Pero en verdad te cuesta creerlo. ¿Realmente... podrás olvidar al que durante año y medio ha sido el amor de tu vida? Y direis.. qué bobada, eso no existe. O... amor solo hay uno, y si te dejó.. desde luego, él no era el amor de tu vida. Y es entonces cuando no paro de aferrarme a la última de las esperanzas. Su regreso.

Y los fantasmas del pasado no paran de rondar. ¿Y.. si algún día.. un golpe de suerte, o el destino mismo hace que nos reencontremos en un vagón del tren?¿O.. si te veo en un Vips, donde soliamos ir a tomar tortitas y a hacer proyectos de futuro? ¿Y si el corazón vuelve a salirseme del pecho, cuando te mire a los ojos en una peregrinación? Todo son castillos en el aire, pero el corazón se consuela con eso. Deja de sufrir durante esos segundos... Y cuando se encuentra con la realidad de frente no puede por más que romperse.
Luego vienen las malas suposiciones ¿Y si nos encontramos un día con las vidas del revés? ¿Y si te veo con otra... con esa otra que te dará lo que yo nunca pude darte? Paseando con ella por los rincones de Madrid por los que nos quisimos. En los que me cogías en brazos, o las paradas de autobús en las que no parábamos de hablar.

No lo sé... No sé que nos deparará el futuro. No sé como estaremos dentro de 5 años. Solo sé que fuiste mi bastón y mi antorcha durante buena parte del camino. Ahora toca decir adiós, caminar sola... Tropezar sin que nadie me levante. Quién sabe si alguna vez podrá salir de mi boca un "Te quiero" como los que compartiamos en las montañas de Gredos... En cualquier caso, confío en la Vida.
La Vida me ha llevado a tí, y la Vida nos ha separado.
Poco a poco, iré comprendiendo el por qué de todo esto. Aprenderé a leer en los acontecimientos. Volveré a abrir mi corazón y a decir "Sí" al Amor. O no...